Palmira posee una superficie de 55 Km2. Si bien no existe ningún acta que especifique con precisión la fundación de Palmira, las investigaciones históricas hablan de la importancia de este paraje en la época colonial. Todo esto relacionado, sin dudas, al tránsito y la vía de comunicación entre Mendoza y Buenos Aires, entre el Oeste y el Este de la provincia y también entre el Atlántico y el Pacífico.
Durante los siglos XVII, XVIII y XIX al paraje se lo conocía como Alto de la Mula. En los archivos de la historia eclesiástica de Cuyo se confirma este dato, la existencia de la posta, un oratorio y muchos criollos que vivían en ambos lados del río que ayudaban a cruzar el ganado, las carretas de carga y los carruajes de pasajeros.
Al camino que pasaba por allí, el General San Martín lo llamó la Huella de la Patria, más tarde se lo nombró Carril Nacional o Ruta 7.
El nombre Palmira proviene de una mujer criolla, muy querida por los carreros y lugareños, que vivían allí y atendía una pulpería. Doña Palmira existió en la época del cacique Sayanca y fue este último quien vendiera a un empresario llamado Mallman unas mil hectáreas, incluyendo el Alto de la Mula y alrededores.
El primer tren entró al pueblo el 1° de noviembre de 1884. A partir de allí, el ferrocarril, no sólo trajo intercambios comerciales, sino también una fuerte corriente inmigratoria.
Palmira crece a la par de la economía nacional, se construyen aquí los talleres de reparación de locomotoras a vapor; obreros y empleados especializados vienen de distintas partes del país a radicarse en el pueblo. Se plantan los primeros viñedos de la zona en el fundo que perteneciera a Mallman y se construye la primera bodega, muy cerca del río. Esta última empresa la llevó a cabo Tiburcio Benegas, años antes de que fuera Gobernador de la provincia.
Cuando en 1940 se asfalta el Carril Nacional, la fisonomía de la ciudad se modifica, el cemento que con frecuencia destruye la naturaleza, en Palmira la hermosea, en esa avenida que contiene árboles centenarios, ambiciosos de cielos y hoy, con la Estación Multimodal, el parque de Servicio e Industria (Pasip), la modernización de calles, plazas y avenidas, vuelve a hacer el progreso y bienestar que sus habitantes quieren y merecen.